martes, 11 de noviembre de 2008

Living in Santiago City

Protestamos todo el tiempo, que hay demasiado cemento, las calles llenas de gente y autos, el smog, el stress, la rapidez, el ruido, los edificios y un sin fin de cosas que nos molestan de la ciudad, sin embargo tenemos que reconocer que tiene su gracia.


Ayer como a eso de las 9 pm., ya había oscurecido y pasé en la 418 por la plaza a la aviación, creo que no hay una imagen más digna de una postal que la pileta con sus luces y la virgen iluminada en el cerro San Cristóbal. Y el domingo fui al Parque Forestal, pasando las primeras cuadras de safari urbano, artistas callejeros, comercio ambulante y los respectivos amigos de verde en sus caballitos llega un punto en que los tumultos de gente se disipan y puedes disfrutar de la sombra de los árboles, la paz y el "silencio" además de los bichos que te pican. Solo hay que verle el lado divertido a las cosas, por ejemplo en el metro, te puedes reír de las señoras que casi se agarran a combos por un asiento en escuela militar. O volarse con un frapuccino caminando por providencia de noche lloviendo escuchando música, después de comprar materiales.

Igual después de tanto disfrutar el panorama santiguino hace bien un descanso de tanta gente, demasiados decibeles y smog. En realidad, me he acostumbrado bien a esta extraña ciudad que dista demasiado de Punta Arenas, aunque he adaptado mis momentos reflexivos a las condiciones existentes.

miércoles, 9 de julio de 2008

Right and right again


Aquí me encuentro, a un paso de terminar el primer semestre de la U, rezando para salir invicta. Pasan por mi cabeza los cambios más importantes quizás de mi vida que se han realizado este año. Dejé atrás una etapa sombría de mi vida, dejando entrar la más genial de todas... Cumplir un sueño, encontré personas muy valiosas que me quieren como soy de buenas o de malas y están en todas subiendo el ánimo cuando ya no puedo más.

Descubrí tantas cosas de otros tiempos que no fueron buenas y nunca lo supe ver, pero no me arrepiento porque por algo son las cosas, sino fue bueno servirá para aprender. Me he demostrado que no soy la misma niña asustada de antes, ahora estoy peleando por lo que quiero que por cierto me debe varias horas de sueño y ocio. Sé que después de los exámenes renovaré energías para empezar mejor aun el segundo semestre.