domingo, 20 de septiembre de 2009

Bendita primavera!

Después de un remolino a mi poco duradera estabilidad emocional, seguimos con la vida como podemos y como queremos, que en realidad es lo más importante y nos hace sentir mejor. Como todas las primaveras en mi vida o al menos las que recuerdo, se caracterizan por tener un detalle que marca mi vida; empezar una relación, conocer a alguien, cerrar un círculo o simplemente darme cuenta que mi vida es exactamente como quiero que sea... con esto me refiero a tener muy claras las cosas que quiero lograr, porque si aplico eso a mi vida actual completa: Por Dios!!!

Mi carrera va perfecta pensé que la había jodido por segunda vez, pero no fue así. El resto está confusa... en realidad está demasiado claro todo, pero siempre termino confundiéndolo todo por lo que siento. Entiendo cosas que no son, espero cosas que no llegaran, siento cosas que no tendría que sentir, etc. la lista suma y sigue. Así que prefiero tener mis metas claras aunque el resto de mi vida me complique un poco la existencia, después de todo tengo que superarlo.

Por un lado está lo de el personajillo que llamaremos A, con él creo haber encontrado el hombre perfecto a mi manera en todo sentido. Las cosas no duraron mucho por el tema de la distancia, pero tengo la esperanza de volver a encontrarnos por la capital. Podría hablar demasiado de él, porque me encanta de verdad. Por otro lado está B, a quien conocí hace un mes más o menos en extrañas circunstancias igual que todo lo que ha pasado con él al menos hasta la semana pasada. De eso no espero nada, porque todo quedó muy claro desde el principio y aquí vamos con mis complicaciones... el punto es que creo que me gusta, y a esto me refería con todo eso de sentir, pensar, esperar.... cosas que no serán. En verdad, tengo que reconocer que espero, pero no tengo que esperar... siempre enredo todo.

Pero dejando a un lado mi vida "rosa", estoy perfecto... por fin mirando con ambición todo lo que hago, me demoré demasiado en pensar de esa forma, pero la gente que he conocido, el tiempo, y miles de cosas han conspirado para hacerme cambiar.

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